El Solar de la Luna es una posada para los amantes del mar, la naturaleza y la alta cocina. Las brisas del Caribe y los hechizos de la montaña de Buena Vista despiertan los sentidos y abren la imaginación. Así, nuestros huéspedes encontraran una de las posadas más apacibles de Morrocoy, experimentan nuevas sensaciones, paz interior y viven inolvidables momentos de conexión con la naturaleza.
Es una de las posadas más tranquilas de Morrocoy no sólo por su delicada atmosfera, impecablemente decorada, que ha seducido a celebridades, si no también gracias a su atención, gastronomía y su continuo afán de innovar y mantener intacta esa mística que ha convertido a El Solar de la Luna en un punto ineludible de referencia al hablar de posadas en Venezuela.
Gracias a su privilegiada ubicación, El Solar de la Luna logra esa intimidad y privacidad que tantas personas buscan al salir de la bulliciosa ciudad, brindando un encanto que se entreteje a la vez con lujo y ruralidad.
Asimismo, para disfrutar del espectacular entorno natural, en la posada se pueden contratar excursiones al Parque Nacional Morrocoy y al refugio natural de Cuare; visitas a la laguna de Tacarigua, a los médanos de Coro o a la ciudad colonial de La Vela de Coro. También pueden reservarse plazas para practicar deportes acuáticos: velerismo, pesca, buceo o si; o hacer excursiones y caminatas por el cerro de Chichiriviche.
La estadía en El Solar de la Luna no es otra cosa que el encuentro con un lugar mágico, donde el tiempo se mide por las olas que se ocultan bajo la arena y la brisa susurra conjuros ancestrales… Por ello, vivir al máximo esta experiencia es imprescindible. Y para que nuestros invitados se dejen embrujar sin preocupaciones ni estrés, hemos adaptado al Solar de la Luna a fin de hacer de su visita algo inolvidable.
Contamos con siete habitaciones con baño privado, provistas de camas matrimoniales e individuales. Las habitaciones, ese tranquilo espacio de recogimiento, ofrece todo lo que pueden necesitar nuestros más exigentes invitados: baño privado, lencería fina de 250 hilos, aire acondicionado, agua caliente, edredones de pluma, caja de seguridad y un ambiente donde la artesanía, el arte y el buen gusto inundan todos los rincones.
Una vez fuera de las habitaciones, pueden convivir en pareja o en grupo en las áreas comunes como las diferentes salas de estar con tentadores sofás y chinchorros para descansar con el mar como lienzo de fondo; el bar o la terraza para disfrutar de la belleza de los exteriores y degustar de nuestra exquisita gastronomía mantuana gourmet; jacuzzi al aire libre; sala de usos múltiples, con biblioteca, televisión satelital y una videoteca de más de 2000 películas. Además, nuestras instalaciones cuentan con estacionamiento cerrado y seguridad, servicio de atención para bebés y servicio de cuna.